Prohibición de licencias turísticas en Llanes.
Esta semana hemos sabido que Llanes seguirá la trayectoria de Gijón y no concederá licencias para viviendas de uso turístico durante un año. El Ayuntamiento no otorgará más permisos en las áreas urbanas que superen las cinco viviendas turísticas por cada 100 hogares. Este criterio es el mismo que aplicó el consistorio gijonés a principios de año.
Paralelamente, la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, «ha clamado por la prohibición de los alquileres turísticos». Sin embargo, este enfoque restrictivo, aunque popular entre ciertos políticos, no es la solución ideal. Algunos economistas ya se han manifestado en contra de la medida, alertando de posibles demandas legales a nivel europeo, con implicaciones que podrían llegar «hasta Noruega».
Es innegable que la cuestión de los pisos turísticos es un tema sensible. En Asturias Vacacional consideramos que prohibirlos tendrá un impacto negativo en la economía local y reducirá las opciones de alojamiento, afectando la democratización del turismo.
Los alquileres turísticos son una fuente importante de ingresos para propietarios y sectores locales. Muchas familias dependen de estos ingresos adicionales al alquilar parte de su vivienda, y los turistas que se hospedan en estos alojamientos suelen consumir productos y servicios locales, lo que beneficia directamente a los negocios del entorno.
Además, los pisos turísticos ofrecen una alternativa más económica y flexible en comparación con los hoteles tradicionales. Su prohibición podría restringir la oferta, favoreciendo a las grandes cadenas hoteleras, lo que elevaría los precios y dificultaría el acceso a destinos para turistas con presupuestos limitados, restringiendo así la diversidad de viajeros.
La prohibición de licencias turísticas en Llanes nos sirve para reflexionar que restringir las licencias en áreas específicas puede ser una medida equilibrada de protección, pero la prohibición total podría tener consecuencias no deseadas. Es necesario encontrar un equilibrio que permita tanto la convivencia entre residentes y turistas como el desarrollo sostenible del sector turístico, que es clave para la economía local.

Barco decorativo en Llanes. Foto de Hayffield L